miércoles, 5 de octubre de 2011

La Equidad de Género

El concepto de equidad de género se refiere a la capacidad de ser equitativos y justos en relación al trato de hombres y mujeres, teniendo en cuenta sus diferentes necesidades. En una situación de equidad de género, los derechos, responsabilidades y oportunidades de los individuos no se determinan por el hecho de haber nacido hombre o mujer. La discriminación de género implica que no se otorgan iguales derechos, responsabilidades y oportunidades a hombres y mujeres.

Actualmente, la discriminación de géneros se puede observar en la violencia cotidiana hacia las mujeres, la discriminación laboral, la falta de acceso a ciertas posiciones laborales, a la educación, a la propiedad privada, etc. Las diferencias físicas entre el hombre y la mujer llevaron a las sociedades primitivas a organizaciones sociales en las que la mujer no estaba en una situación de equidad en relación al hombre, con menos derechos en la vida familiar, económica y política. La opinión de la mujer era considerada inferior, y usualmente se consideraba que la mujer debía obedecer las órdenes de su pareja. En relación al trabajo, era común (y aún lo es en muchos casos) que hombre se dedique a obtener recursos mientras que la mujer se dedique a las tareas del hogar. 
Históricamente la diferencia entre el género humano ha sido marcada fuertemente, desde el inicio de la vida social, económica y política. Desde aquel entonces, la mujer no tenía derecho a ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o  en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia.
Esta forma de vida ha sido infundida a través de las diferentes generaciones, sin embargo poco a poco las mujeres han demostrado tener la suficiente capacidad de actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados, derivados de la toma de decisiones en el sector político, en las entidades económicas  y en los importantes aportes en la ciencia y tecnología.



Igualdad de GénerosA pesar del masivo ingreso de las mujeres a la fuerza de trabajo, su mayor nivel educacional y el significativo aporte que ellas realizan a la manutención de sus familias y el desarrollo de sus países, aún persisten fuertes patrones de desigualdad de género en el trabajo.
La discriminación de género atenta contra los principios y derechos fundamentales del trabajo, los derechos humanos y la justicia social. Debilita el crecimiento económico y el óptimo funcionamiento de las empresas y los mercados de trabajo. El objetivo común de la OIT sobre política de igualdad de género busca responder a estos desafíos a través del fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos, las organizaciones de empleadores y los sindicatos para emprender acciones por la igualdad de género en el mundo del trabajo.
La OIT, desde su creación, tiene como principio fundamental el reconocimiento de que todos los seres humanos, sin distinción de raza, credo o sexo tienen derecho a perseguir su bienestar material y su desarrollo espiritual en condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y de igualdad de oportunidades. Esto implica la misión de promover la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres.
El conocimiento de las trabajadoras acerca de sus derechos es fundamental para un efectivo ejercicio de éstos. La difusión de información acerca de estos derechos –contenidos en las normas internacionales así como en las legislaciones nacionales- es un instrumento clave para mejorar la condición de la mujer en la sociedad.

Historia Sobre la Equidad de Genero

La situación de desigualdad entre géneros empezó a cambiar cuando las mujeres empezaron a cultivarse y se les posibilitó acceder a trabajar en profesiones remuneradas. Con ello se empezó a acabar con la subordinación del género femenino, vigente en culturas patriarcales.
Y empezó en las sociedades judeocristianas, cuando en la Edad Media, la mujer pudo incorporarse a la vida activa y desarrollar diversas tareas. (No ha ocurrido otro tanto en las sociedades islámicas, en donde las mujeres siguen encerradas en el gineceo, sin posibilidad de relacionarse con varones o trabajar, con lo que ello supone de desperdicio de recursos).

La situación de la mujer sufrió una auténtica revolución cuando, las feministas en el siglo XIX, siguieron la senda abierta tras la emancipación masculina obrera, y lucharon para conseguir también la emancipación femenina. Las reivindicaciones feministas consiguieron modificar las legislaciones y al fin conquistaron el derecho a ejercer todo tipo de profesiones fuera del hogar, prestigiosas y remuneradas, aunque todavía con limitaciones, dado que su educación estaba limitada a conocimientos restringidos y era inferior a la varonil.

En el siglo XX, la revolución de la mujer logró grandes transformaciones. Al aumentar la posibilidad de igualdad de oportunidades, accedió a muchas carreras, con lo que se amplió en gran medida el campo de trabajo. Aunque todavía la mujer sufrió muchas desventajas con respecto al varón: seguía sin tener iguales salarios; ni iguales responsabilidades laborables; ni iguales posibilidades de promoción profesional.

Aunque afortunadamente a principios del siglo XXI, en la sociedad de occidente, se está acabando con la subordinación y la situación de marginalidad femenina. Las mujeres empezamos a disfrutar de mayor libertad y autonomía y estamos consiguiendo la independencia y superando la inferioridad en las relaciones de poder con el genero masculino.

Pero lo conseguido hasta ahora no es suficiente. Es necesario potenciar la evolución, para evitar que al ritmo actual todavía tardemos cientos de años en alcanzar la igualdad total.
Para fomentar la eliminación de estereotipos de papeles sexuales, que obstaculizan el pleno desarrollo potencial de las mujeres, se han de emprender todo tipo de medidas encaminadas a cambiar las actitudes en las costumbres sociales y religiosas, que han marcado las diferencias. Medidas que ayuden, además, a modificar todos los mecanismos a través de los cuales se adquieren los valores discriminadamente y que perpetúan la subordinación femenina. Una estrategia para ello es que se reconozca la existencia actual y pasada de contribuciones femeninas a la civilización.

Prehistoria: Superioridad del género femenino en sociedades prehistóricasLa mujer ha aportado valiosas contribuciones intelectuales al progreso de la humanidad. Pero sorprendentemente se desconoce de manera generalizada, empezando por las aportaciones femeninas de la Prehistoria.

Y se desconoce debido en parte al androcentrismo y sexismo de algunos historiadores varones, que durante siglos se negaron a divulgar y a reconocer los hechos favorables a las mujeres, por intereses de poder. Fueron las pretensiones de dominio del varón sobre la mujer, las que en principio, actuaron sobre sus mentes y los condicionaron para que, en los libros de historia, ocultasen los hechos que evidenciaban que las mujeres no habían jugado un papel subordinado siempre.

Y lo evitaron divulgar, para impedir que las mujeres tomasen conciencia de que, existía otra vía diferente a su subordinación, para que no se les despertasen ideas reivindicativas, y así, los varones poder seguir sometiéndolas y beneficiándose de tal sometimiento. ¡Puesto que siempre había estado la mujer subordinada, era ley de vida tal opresión, dada su naturaleza inferior!

De forma, que dado que no está divulgada la verdadera historia femenina, hora es de dar a conocer las auténticas contribuciones femeninas al progreso humano. Por justicia, ya va siendo que se enmiende tal tropelía.En esta ocasion, en que se celebra un Gender Borderhack! en la ciudad de Tijuana, en el que se reúnen muchas mujeres comprometidas en defensa de los derechos femeninos, para criticar las barreras / fronteras norteamericanas impuestas a los movimientos de los mexicanos (si eres mexicano eres discriminado, si eres norteamericano pasas sin problema), es un momento propicio para divulgar el pasado glorioso jugado por nuestras antecesoras. Conocimiento que nos dará fuerza en nuestras reivindicaciones y nos ayudará a potenciar nuestra exigencia a eliminar las barreras / fronteras genéricas (si eres mujer eres discriminada y no puedes acceder a tal cargo directivo, si eres varón
accedes sin problema), para poder mantener relaciones de poder entre iguales.

Todas las mujeres y la sociedad tiene derecho de manera irrenunciable, a conocer el pasado glorioso de nuestras ancestras, para que tomemos conciencia del importante papel que las de nuestro mismo sexo tuvieron en la sociedad prehistórica y para que se nos deje de minusvalorar. Al conocer nuestro pasado, tendremos razones para seguir luchando, no sólo por conquistar un lugar más protagonista en la sociedad, o por recuperar los derechos femeninos que no hemos gozado en los tiempos históricos, sino RECONQUISTAR y recuperar el ancestral papel que ya tuvimos en época arcaica.

Porque si el conocimiento de la historia, legitima y justifica las reivindicaciones, este conocimiento nos dará fuerza, para no sólo reclamar la igualdad con los varones, y por tanto acceder a todos los trabajos sin discriminaciones, sino el de reclamar el acceso a los más altos cargos directivos, puesto que los estuvimos ejerciendo durante los últimos 40,000 años de la Prehistoria, según corrobora las más arcaicas manifestaciones artísticas, de las más antiguas civilizaciones humanas: son exclusivamente femeninas.

Exclusividad femenina que testimonia quien en realidad conquistó el mundo, cuando la subsistencia dependía del trabajo femenino y la mujer predominaba en el orden social. Y así las obras de arte de la Prehistoria son de protagonistas mujeres realizando diferentes acciones, que demuestran cuales fueron sus más arcaicas profesiones, antes de que la revolución patriarcal la relegase al papel exclusivo de madre y los intereses patriarcales nos quieran hacer creer en el estereotipo, de que la profesión femenina más antigua del mundo fue la prostitución.

En la Prehistoria la mujer tenía a su cargo la estructura económica y cultural y participaba en la vida pública:

- En lo JUDICIAL (es arqueológica la evidencia de que fue femenino el género del ser humano que empezó a dictar normas, a juzgar y castigar a los infractores de las leyes, a escribir,... Según evidencian las más arcaicas obras de arte de humanos divulgando leyes, mpartiendo conocimiento, escribiendo libros, que muestran quienes poseían ese conocimiento y ejercían esas profesiones).

- En lo POLÍTICO (la única que se sentaba en le trono, según lo corrobora la arqueología: en época prehistórica sólo aparecen esculturas de mujeres con coronas y sentadas en trono como única soberana en la Tierra que dominaba sobre todo lo demás).

- Y en lo RELIGIOSO (la única que hablaba con la Diosa, con la Madre Naturaleza, como intermediaria con la humanidad, sólo había sacerdotisas como lo testimonian los mas arcaicos hallazgos arqueológicos en todo el universo: eran sacerdotisas las que dirigían las ceremonias sagradas de Fertilidad para propiciar a la Diosa, a la que encarnaba. En principio las mujeres ejercían el sacerdocio en exclusiva, antes de compartir la tarea con varones castrados, representantes del paredro castrado de la Diosa).


Equidad de género
La equidad de género, desde mi punto de vista, es un tema muy amplio, el cual nos llevará a escuchar diversos puntos de vista, distintas ideas e incluso entrar en debates.
La equidad de género en nuestro país no está muy ejercita como debiese serlo. En algunas ocasiones los hombres son discriminados, pero en su mayor caso lo son las mujeres.
Actualmente se apoya más a la mujer, según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que marca el que tanto hombre como mujer tienen los mismos derechos y obligaciones, pero esto no es así, son pocas las leyes que tratan sobre el tema, además, por desgracia, no solo en México sino en muchos otros países, se sigue teniendo el papel machista del hombre.
 La única forma en que esto pudiera llevarse como se debe, sería que las mujeres peleen por sus derechos y oportunidades, tampoco sería de ahora tener el papel feminista y discriminar a los hombres, sino que juntos llegar a acuerdos, trabajar en equipo… sólo así podría existir la equidad de género en nuestro país.
Por Itzel Veronica Hernández Rosales.